La influencia del arte y, en especial de la escultura, se hacen muy visibles en el diseño de luminarias. Sus sombras, la multitud de formas que pueden llegar a alcanzar y las sensaciones que pueden llegar a transmitir, nos recuerdan a los sentimientos que nos brindan las obras de artes escultóricas.
En esta línea, nos orgullece presentaros la familia de luminarias: The Lampe Mantis, creada por Bernard Schottlander en 1951. Y es que su fruto de inspiración y su admiración hacia Alexander Calder, uno de los más grandes escultores estadounidenses de toda la historia, se hace patente en sus obras. Sus trabajos siempre han tenido a Calder muy presente, pero este proyecto pone de relieve su especial fascinación hacia este artista. Sólo hay que comparar la colección Mantis con sus famosos móviles cinéticos, ambos con un sistema de contrapesos combinados con fuertes y flexibles barras de metal, que dan aspecto de ligereza y de falso desequilibrio al conjunto. Da la sensación de que una mínima fuerza produciría el giro de la lámpara durante horas, tal como ocurriría con los móviles.
Si observamos las pantallas de aluminio, que componen las diferentes luminarias, nos vienen a la cabeza imágenes de acróbatas suspendidos en el aire. Estas permiten un giro de 360º pudiendo orientar la luz hacia donde deseamos. Si a esto le sumamos el desplazamiento lateral de su cuerpo junto a las tres posiciones que regulan la altura mecánicamente, nos topamos con una lámpara completamente versátil para todo tipo de espacios.
Posteriormente a la lámpara Mantis, los trabajos de Bernard Schottlander se centraron en la escultura. A nosotros nos encanta South of the river localizada en Londres, aunque el resto de sus trabajos no tiene ningún desperdicio. Por eso queríamos invitaros a descubrir esta joya del diseño en nuestro Showroom de Serrano 230 y Rodríguez Marín 71. Y es que vais a poder ver vosotros como la luz se funde con la influencia del arte escultórico.